Tu primera visita al dentista
Puede que nunca hayas ido al odontólogo, tu visita fuera hace demasiado tiempo o quieras cambiar de clínica dental; sin contar la posibilidad de que estemos hablando del caso de un niño. Tener miedo a la primer visita al dentista no es malo, de hecho, está más ligado al desconocimiento que se tiene.
Por eso, desde Morales Cervera queremos ayudarte a perder ese posible miedo, y resolverte todas las dudas sobre lo que ocurrirá una vez estés allí.
Acudir cuanto antes a tu odontólogo de confianza es la mejor decisión que se puede tomar. Saber que tienes una buena salud dental o corregir los pequeños problemas que puedas tener, como una simple caries, es la mejor opción para evitar que con el paso del tiempo eso se convierta en una gran problema con una difícil solución.
Primer paso
Antes de entrar a la consulta deberás completar un historial sobre tu salud. Esto le ayudará al dentista para identificare posibles problemas, alergias, enfermedades… Suelen ser formularios muy exhaustivos, pero es imprescindible para hacer una valoración global antes de tomar ninguna medida.
Puede ser que incluso se te pida realizarte alguna radiografía para comprobar el estado interno de los dientes y el desarrollo de la mandíbula.
Segundo paso
En tu primera visita al odontólogo no habrá ni pinchazos, ni ningún tipo de tratamiento. El especialista se limitará a evaluar el estado en el que se encuentra tu boca, y entonces te comentará si sería bueno llevar a cabo algún tratamiento concreto.
El odontólogo hará una revisión generalizada de cómo está tu salud bucodental lo que se divide en varios pasos:
Revisión general: Exploración detallada de la boca. No solo dientes, también labios, mejillas, paladar, suelo de la boca y glándulas salivales.
Revisión de la articulación temporomandibular: se comprueba que los movimientos de la articulación que sirve para abrir y cerrar la boca funciona correctamente.
Exploración dental: se examina de forma detallada el estado general de tus dientes, y aquí es cuando se valora la posible necesidad de llevar a cabo algún tratamiento.
Exploración periodontal: se comprueba el estado de tus encías para evitar posibles daños en los tejidos blandos que rodean tus piezas dentales.
Exploración oclusal: consiste en buscar posibles problemas de mordida o bruxismo.
Tercer paso
Al finalizar todo el anterior proceso, tu odontólogo hará un diagnóstico a tu medida y te propondrá los tratamientos que él cree convenientes para resolver esos pequeños problemas que haya podido observar.
Además, te dará algunas pautas básicas para mejorar tu higiene dental, como un buen uso del cepillado o del hilo dental o incluso recomendaciones sobre pastas dentales.
Como ves la primera visita al dentista es mucho más sencillo de lo que te puedas imaginar. Acudir tranquilo sabiendo que es la mejor decisión para mantener tu boca sana y evitar problemas más graves hará que el hecho de visitar a tu odontólogo solo suponga calma en tu vida.