Así afecta el frío a tus dientes
A medida que el otoño avanza y el invierno se acerca, el termómetro marca valores más bajos y las temperaturas bajas animan a no salir de debajo de la manta. Con la llegada del frío, nuestros dientes pueden resentirse y generarnos molestias diarias. Unas molestias que pueden estar presentes todos los días y que, por ello, conviene tener a raya, a lo que queremos ayudarte desde Morales Cervera.
Si sales a la calle e inhalar y exhalar aire frío ya provoca que sientas unos pinchazos en tus dientes, entonces es que sufres de sensibilidad dental. La también llamada hipersensibilidad dentinaria se caracteriza por producir dolores intensos y puntuales en una o varias piezas dentales.
¿Por qué ocurre?
La sensibilidad dental es producida cuando la dentina pierde su protección natural y queda al descubierto, lo que permite que los estímulos externos lleguen a los nervios y el calor o el frío nos hace sentir dolor o presión. A pesar de ser de una duración bastante corta -uno o dos segundos-, el dolor es muy intenso, lo que genera grandes molestias.
En algunos casos, esta sensibilidad en los dientes como respuesta al frío puede acabar señalando otras patologías más importantes como caries o problemas en las encías.
¿Qué hago?
Lo primero que tienes que hacer para tratarte la sensibilidad dental es utilizar una pasta de dientes o dentífrico que trate de manera específica esta hipersensibilidad dentinaria. Te ayudará a que este problema de reacciones dolorosas ante el frío disminuya, al tiempo que te protege y repara las zonas de tu dentadura más sensibles.
En este línea, tienes que huir de pastas de dientes con componentes blanqueantes que sean muy abrasivos, dado que incidirán en la reducción del esmalte que recubre la dentina.
Asimismo, para no dañar más tu esmalte, debes escoger cepillos de dientes que tengan las cerdas blandas para evitar un cepillado agresivo. Debes complementar tu cepillado con el uso de hilo dental para llegar a las zonas más cerradas donde no llega el cepillo tradicional.
En cuanto a la alimentación, una manera de hacer que el frío no dañe tus dientes es evitar alimentos excesivamente ácidos como los cítricos. Pero, sobre todo, lo más importante es huir de contrastes fuertes entre frío y calor, ya que te provocará ese dolor agudo.
También debes controlar los alimentos que tengan mucho azúcar, pues incide en el esmalte de igual manera que los cítricos.
En cuanto a costumbres diarias, como siempre decimos, evita el tabaco y el alcohol, pues son muy dañinos para tus dientes, y procura no masticar con mucha fuerza o utilizar la dentadura como una herramienta para abrir envases.
Por último, has de acudir de manera regular a la consulta de tu dentista para controlar la hipersensibilidad y seguir sus pautas en caso de haberla desarrollado. Tu dentista valorará de manera personalizada y pormenorizada el estado de tu salud bucal y te podrá proponer tratamientos eficaces.